JORNADA 7

**Partido que sabe a revancha, victoria que sabe a más que 3 puntos.**

El silbato inicial resonó con fuerza, marcando el comienzo de un encuentro que no solo significaba tres puntos en la tabla, sino también un acto de reivindicación. Después de dos empates consecutivos y la amarga experiencia de haber perdido todos los partidos contra este rival en la temporada anterior, el ambiente estaba cargado de expectación y determinación.

Desde el primer minuto, nuestro equipo mostró una intensidad desbordante. Con dos goles rápidos, colocamos un contundente 2-0 en el marcador, estableciendo rápidamente nuestra autoridad en el juego. Sin embargo, el rival, conocido por su carácter resiliente, no tardó en reaccionar. Antes del descanso, lograron empatar el partido, dejando a ambos equipos con la incertidumbre de lo que vendría en la segunda mitad.

Pero nosotros no nos rendimos. Con el inicio del segundo tiempo, nuestra estrategia dio frutos: con dos goles más, recobramos la ventaja, poniendo el marcador 4-2 y avivando la llama de la confianza en nuestro juego. Sin embargo, el drama aún no había terminado. A falta de diez minutos, el rival decidió sacar al portero para jugar con uno más, una jugada arriesgada que resultó efectiva al empatar nuevamente en un abrir y cerrar de ojos.

Con el 4-4 en el aire, la tensión era palpable en cada rincón del campo. El equipo rival continuó apostando por la táctica del portero jugador, pero en una desinteligencia, logramos robar el balón y aprovechar la portería vacía. El grito de gol resonó entre nuestros seguidores: 5-4 final.

Este no fue solo un partido; fue una verdadera batalla que nos dejó lecciones valiosas y una satisfacción indescriptible. Cada jugador dio lo mejor de sí, pero quiero hacer una mención especial a nuestro MVP Marcos Varela, cuya entrega y habilidades marcaron la diferencia en momentos clave.

Una victoria que sabe a gloria, que va más allá de los simples números, un golpe en la mesa que nos reafirma y nos motiva.

¡Vamos por más!  

F.G.